El alter ego de artista le hace sacar fuerzas y coraje para subirse a los escenarios y dar lo mejor de sí misma, pero en la intimidad de su camerino, cuando los focos se apagan... aflora el verdadero 'yo' de Lady GaGa que poco tiene que ver con su imagen de diva indestructible.
La HBO, un conocido canal americano, ha emitido un sincero documental que rodó junto a GaGa durante su Monster Ball Tour el verano pasado. Concretamente el 6 de julio, justo antes de salir al escenario del Madison Square Garden de Nueva York, la cantante se santigua y desnuda su alma ante la cámara en blanco y negro.
Rompiendo a llorar como una niña indefensa, GaGa confiesa que, a sus 25 añitos, tiene una presión impresionante encima para estar a la altura de su gran legión de fans, sus ‘pequeños monstruos'.
Débil y emocionada, añade: "A veces siento como si la gente estuviera intentando destruirme. No puedo ser destruida, no lo seré. Nadie destruirá el gran reino que son mis fans". "Lucho por cada crío que es como yo, que se siente como yo me sentí y a veces todavía me siento... si no lo has sentido, no puedes entenderlo".
Pero, tras estas confesiones íntimas que GaGa regala altruistamente a sus seguidores desde lo más profundo de su ser, acaba diciendo: "Sólo quiero ser una reina para ellos, pero a veces no me siento como tal. Quiero ser una ganadora para ellos, no una perdedora." Y así, con estas emotivas palabras, GaGa empieza a rezar y se prepara para la gran actuación de la noche.
Leyendo cada una de sus frases me he quedado atónita. Cómo cambia la percepción de uno mismo desde dentro, ¿no? A los ojos del mundo GaGa es la reina del Pop, es rica, envidiada, innovadora, famosa, talentosa, creativa... fuerte. En cambio, a sus propios ojos, no es más que una joven perdida que arrastra muchos miedos de su vida pasada y lucha por llegar a ser una ‘reina' cuando, sin que ella lo pueda ver, ya lo es. Ya lo es.
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